Por favor, que no se acuerde de mi. Estoy entregándole
información personal suya a un paparazzi odioso que pretende bañarse en dinero
a costa de hacerlo sufrir. Yo no quiero que el piense que soy ese tipo de
persona horrible, pensé que la borrachera borraría esa noche por completo.
-
Yo no te conozco – me atreví a decir. El disimuló una
sonrisa y pude apreciar su cicatriz debajo del ojo derecho.
-
¿Ni un poquito? – “sé mucho más de ti de lo que crees”
pensé.
-
Ni un poquito – mordió su labio para intentar suprimir
una risa. ¿Se estaba riendo de mí?
Al instante, oí miles de flashes
dispararse a unos cuantos metros de nosotros. Justin giró la cabeza al instante
y soltó un largo suspiro seguido de un “joder”. Se levantó y me tendió la mano.
Lo miré con el ceño fruncido y cogió mi brazo ayudándome a levantarme. Le
susurré un gracias y el sonrió, aunque supe que esa sonrisa era falsa al
instante. Volvió a mirar hacia los paparazzis que se acercaban poco a poco. Fue
hacia su coche y abrió la puerta del copiloto. Me miró.
-
Sube – fruncí el ceño
-
¿Para qué? – rió.
-
Esos paparazzis te han visto conmigo, en cuanto yo me
vaya de aquí van a acribillarte a preguntas. ¿En serio quieres arriesgarte? –
dijo sonriendo.
Yo soy uno de esos de los que huyes,
Justin. Yo solo quiero hacerte daño, si lo supieras no me pedirías que subiera
contigo en un coche. Suspiré, miré hacia todos los paparazzis. “Subirte al
coche de Justin Bieber le encantará a Lioner” me dijo una voz interna. Miré de nuevo
hacia el coche. No sé porque razón, acepté entrar en el coche. “Por hacer feliz
a tu jefe” dijo otra vez esa odiosa voz. Justin se metió en el coche del
conductor y arrancó el coche. Nunca me había montado en un coche así. Parecía
un coche del futuro, surrealista y con olor a ambientador de pino.
-
¿A donde vas a llevarme? – dije mirándolo. Justin
sonrió mientras no paraba de mirar hacia la carretera y controlaba ese cochazo.
-
Dime la dirección de tu casa
-
¿Por qué me haces este favor?
-
Tu te interpusiste entre ese paparazzi y yo. Me gusta
devolver favores – suspiré y miré hacia la ventana, ignorando a Justin. ¿Cómo había
acabado aquí? Estúpida, no deberías haber entrado aquí.
El movil de Justin comenzó a sonar. Lo sacó de su pantalón
negro vaquero y con un control de mano apretó a un botón, dejó el movil en la
guantera.
-
¿Qué quieres, bro? – dijo.
Espera, ¿estaba en manos libres? Metes en tu
coche a una desconocida, pones tu movil en manos libres para que escuche tus
conversaciones privadas… ¿Qué te pasa?
-
Justin, tenemos que hablar seriamente – dijo una voz tras
el teléfono. La expresión de Justin cambio de risueña a seria.
-
¿Qué pasa ahora?
-
¿Cuántas veces te hemos dicho que no soluciones todo
con alcohol? Joder Justin, estoy harto de que los paparazzis se alimenten de
esto dejándote por los suelos y de que tu sigas bebiendo siempre que Selena y
tu paséis por una mala temporada. Aprende a ser un hombre tío. Aprende a
enfrentarte a los problemas de otra forma
Quedé totalmente sorprendida y deseé desaparecer del mundo.
Entendería que Justin quisiera matarme ahora mismo. Por mi cabeza se planteó la
idea de salir del coche. No debería de haber escuchado eso. Sabía que el había
estado borracho, me aproveché de eso. Pero no quería ser testigo de que ese
hombre lo regañara a través de un teléfono. Justin me miró con su expresión
dura, tomó un largo suspiro, paso su mano por su pelo y cogió el teléfono.
-
Scooter… - la voz volvió a interrumpirle
-
No, déjame seguir hablando. ¿Con quien estuviste esa
noche? Ha empezado circular información de ti. Alguien se aprovechó de ti esa
noche, Justin.
Un nudo se apoderó de mi garganta.
Fui yo, yo me aproveché de Justin. Lioner debió de haber subido ya toda la
información que le proporcioné. Me sentía peor que nunca, me sentía la persona
más miserable del mundo. Desvié la mirada de Justin, mirarle me hundía aún más,
yo no era así.
-
No me acuerdo.
-
¿NO TE ACUERDAS? – gritó la voz que estaba detrás del
teléfono
-
No quiero hablar de esto, ¿vale? No ahora. – Justin cogió
el teléfono y colgó. Después frenó el coche. Dio un golpe fuerte al volante y
se dejó caer sobre el asiento con los ojos cerrados.
Esto podía conmigo, todo esto era
por mi. Tenía que desaparecer de su vida, no podía seguir siendo la razón por
la que el sufre de esta manera. Abrí la puerta del coche y salí de él sin
dudarlo ni dos segundos. Al instante oí unos pasos detrás de mi
-
¡Espera! – me giré y ahí estaba él – Lo siento joder, siento
que hayas tenido que ver esto.
-
Me voy sola, gracias por proponer llevarme. – me di la
vuelta pero él me cogió del brazo dándome la vuelta
-
Déjame llevarte, de verdad. Te lo debo. – le miré con
el ceño fruncido
-
No, no me lo debes. – el me miró confundido. “Te estoy
jodiendo la vida”, pensé
-
Tengo una madre muy cabezona, sé como tratar con
mujeres cabezonas – comencé a reírme sarcásticamente
-
¿CABEZONA? – el me miró y asintió mientras intentaba
esconder una sonrisa – Yo no soy una cabezona.
-
Demuéstramelo, déjame llevarte a casa.
Antes de que pudiera responder, giré la vista y vi a 6 metros
de nosotros el coche de Lioner. No me lo podía creer. Me estaba espiando.
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Gracias por leer<3