Apoyé
mis manos sobre la pared. Ójala existiera alguna alternativa como unas paredes
que se pueden trapasar o algo por el estilo. Pero yo misma sabía que aunque
esta situación fuera muy incómoda, me gustaba. Y era lo que mas odiaba, que me
gustase tenerle tan cerca. Su torso desnudo tocaba la tela de mi camiseta. Paso
su mano por mi cintura y se pegó mas a mi. Tragué saliva y vi su sonrisa
victoriosa
-Oigo
tu corazón latir desde aquí. Seguro que no estás nerviosa? – negué con la
cabeza. El sonrió y se acercó a mi cuello poco a poco. Noté sus labios húmedos
sobre mi cuello y los pelos de mi piel se erizaron, y yo me estremecí por
completo. Noté como sonreía. Volvió a poner su cabeza frente a la mía – Segura?
-Déjate
de jueguecitos Bieber – dije seca. Bajé la mirada. No, mala idea. Seguía con la
toalla puesta y eso me ponía más nerviosa.
-Tienes
miedo a perder?
-No,
sé jugar bien mis cartas. Puede que quien tenga miedo a perder seas tú
-Dices
que tienes buenas cartas… Bueno, yo tengo un as en la manga. Si quieres te lo
enseño ahora – le miré confundida y el sonrió. Aunque no había quitado esa
sonrisa que me atraía por completo desde que entró en mi habitación, y su
mirada seguía siendo lo suficientemente seductora como para volverme loca en
menos de un segundo.
-Un
as en la manga? Yo tengo más de uno – dije acercándolo mas a mi pasando mis
manos por su cuello. Si quería jugar, debería saber que soy mejor jugadora que
él. Se lo puedo demostrar
-Ah
si? – asentí y me acerqué lentamente a sus labios. Él no apartaba la mirada de
ellos, sonreí victoriosa
-Atrápame
primero
Conseguí
salir de mi cuarto mientras corría escaleras abajo hacia mi salón. No había
nadie en casa y él se iba a quedar a casa a dormir, iba a ser una noche muy
larga y divertida, ya que el señorito Bieber había propuesto como pasatiempo
jugar. Oía como corría detrás de mi. Mientras yo reía. Me escondí detrás del
sillón y oí como sus pasos se acercaban a mi. Me asomé un poco. Vi que se había
puesto unos bóxers. Por lo menos no corría el riesgo de que se le cayera la
toalla y viera cosas no apropiadas. Reí ante ese pensamiento y eso me delató.
Oí una risa detrás de mí.
-Cazada
– dijo su voz detrás mía. Le miré y
negué, el asintió y empezó a reir.
Me
cogió a modo de saco de patatas y me tiró sobre el sofá. Se subió encima de mi
y empezó a hacerme cosquillas. Odio las cosquillas, tengo cosquillas en todas
partes. Un punto negativo a mi favor. Le rogaba que parara, pero él seguía
riendo mientras me hacía cosquillas. Creí morir de un ataque de risa, ya que no
podía más y mi vejiga no podía aguantar más
-Bieber,
me voy a mear encima – dije mientras reía. Él siguió pero creía que esta vez el
moriría de un ataque de risa
-Podemos
negociar si quieres ___
-Si,
lo que quieras. Pero para ya – me costaba hablar de la risa y me dolía la boca
de tanto reírme
-Si
me das un beso, paro. Y si no… morirás de un ataque de risa. Mira el lado
positivo, en tu entierro tu cara será divertida – iba a darle una buena ostia
en la cara, pero la risa me lo impedía. El paró y se me quedó mirando. Yo le
miré desconcertada. Puso sus brazos a cada uno de los lados de mi cabeza y con
delicadeza se apoyó encima de mi para no hacerme daño. Amaba la forma en la que
me miraba, en la que ese brillo especial me hacía sentirme feliz, en la que ese
color caramelo me atrapaba por completo
-_____,
puedo decirte algo? – yo asentí. – Veras, yo… - entonces llamaron al timbre y
vi por la ventana quien era. Logan
Me
di cuenta de la situación. Justin encima de mi, a escasos centímetros de mi
boca, en bóxers, y Logan en la puerta. Empujé a Justin a un lado, con la mala
suerte de que él cayó al suelo dándose fuertemente en la cabeza. Oí un fuerte
golpe en el suelo, seguido de un dolorido “Auch” por su parte. Me miró, yo reí.
-Escóndete
-Qué?
– dijo aturdido
-Que
te escondas – dije dirigiéndome hacia la puerta. Me miré al espejo y me
recoloqué el pelo. Suspiré y abrí la puerta
-Hola
– dijo con una dulce sonrisa en la boca. Yo le sonreí y le di un tierno abrazo.
El se separó de mi y se quedó mirando mis labios muy cerca de mí. No, aquí
delante de Justin no.
-Que
haces aquí? A estas horas? – cerré la puerta y el entró en la cocina. Me di
cuenta de que Justin estaba en la cocina, ya que estaba asomado. Le miré y el
se agachó escondiéndose detrás de un mueble
-He
estado rodando mi serie y me apetecía venir a verte, no puedo o qué? – dijo
mientras cogía una manzana del frutero.
-Claro
tonto, como no vas a poder – dije con una sonrisa. Miré como Justin se asomaba
por detrás del mueble, justo en el otro lado donde estábamos Logan y yo. Le
miré mal y él sonrió. Menuda situación.
-Tenía
muchas ganas de verte – dijo Logan acercándose a mi. Puso sus manos en mi
cintura atrayéndome a él. Yo le correspondí con una sonrisa – Auch, algo me ha
pellizcado el pie – dijo separándose de mi. Vi a Justin reírse detrás del
mueble, mientras Logan miraba hacia al suelo. Suspiré
-Son…
ratas. – Logan me miro extrañado –Si, tengo ratas en casa y tienen bastante
hambre – ni un tonto se creería es excusa pero Logan y su expresión facial me
dieron a entender que se lo había creido totalmente. Logan volvió a poner sus
brazos en mi cintura. Vi como por detrás de Logan, Justin cogía una miga de pan
y se la tiraba a Logan en el pelo para después volverse a esconder – Pero qué
narices pasa aquí? – dijo tocándose el pelo. Yo pasé mis brazos por su cuello
-Que
tonterías dices? Aquí no pasa nada – dije mientras jugaba con su pelo. Miré a
Justin con cara de matarlo y él volvió a sonreír. Espero que esta mirada la
entiendas Bieber, en ella se expresa las ganas de matarte que tengo. Convencí a
Logan para salir de la cocina e irse al salón, yo le dije que ahora iría con
unas bebidas.
-¿El
águila ya ha salido del nido? – dijo Justin todavía escondido. Suspiré
-Justin,
déjate de gilipolleces y sal - Justin salió de su escondite con una sonrisa en
la cara - Te mato Bieber, te juro que te mato – el sonrió. Entonces Logan
volvió a entrar en la cocina y yo abrí el frigorífico para que Justin se
escondiera detrás de la puerta de este
-¿Puedo
coger una Coca-Cola? – dijo Logan con una sonrisa. No le pude detener. Cogió la
coca-cola y cerró la puerta. Se quedó mirando super sorprendido a Justin
mientras yo estaba en medio de esta
situación tan incómoda.
-Hola
Logan, que pasa hermano? – dijo Justin sonriendo y poniendo su puño delante de
Logan para recibir un saludo típico de chicos. Logan se le quedó mirando y
notaba en su mirada las ganas que tenía de matar a Justin
-¿Que
haces en la casa de mi novia en bóxers, Bieber? – dijo Logan, puse mi mano en
mi cara avergonzada. Y Justin me miró con una expresión seria, demasiado seria.
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