-Tu…
novio? – se limitó a asentir con esa sonrisa que tan repelente me parecía
-Sabes
dónde está Justin?
-Justin
y tú? Juntos?
-Dios
mío, querida. Si quieres te hago un esquema. – la miré con cara de asco,
repugnancia y puro odio. Ella rió – Aunque bueno, él y tu ya no sois novios no?
Por fin se ha dado cuenta de que yo soy mil veces mejor que bueno… tú – me miró
con asco y se dio la vuelta para irse de mi camerino y empezar a andar por el
pasillo. Suspiré enfadada.
-Jasmine
– se giró y se me quedó mirando
-No
pienso malgastar mi tiempo contigo, niñata – dijo mirándome por encima del
homrbo. Este era el mejor momento para dejarla las cosas claras
-Niñata?
– empecé a reir – Seré una niñata, pero con cerebro
-Si
no tuvieras cerebro no podrías andar. A caso no estudiabas en el colegio?
-A
veces eres tan estúpida… En serio, te superas a ti misma. – dije mirándola con
asco
-A
mi, así, no me miras. Entendido?
-Yo
te miro como me da la gana, entendido? Si quieres te hago un esquema – dije imitando
su voz
-____,
podrás ser todo lo famosa que quieras y tener todos los fans que quieras, pero
a mi me das asco
-No
te preocupes, el asco es mutuo – me giré. Intenté evitar el tema de seguir
discutiendo con ella
-Vaya
Niñata… - me giré hacia su comentario, enfadada. Dios, que alguien me deje una
escopeta. Me encantaría atravesarla la cabeza.
-Que
has dicho?
-Vaya,
aparte de estúpida eres sorda? Te he llamado niñata.
-No
voy a rebajarme a tu nivel. Olvídame Jasmine – volví a darme la vuelta pero
ella me volvió a llamar niñata
-Bueno,
esta niñata – volví a ponerme a su altura
-Esta
niñata tiene loco al chico del que estas enamorada – no dudo dos segundos en
darme una bofetada.
Me
llevé la mano a la mejilla. Me había hecho mucho daño. Como había sido capaz.
Había colmado mi paciencia. Le devolví la bofetada y empezamos una pelea. Tenía
unas totales uñas de zorra, ya que me había echo varios arañazos y me dolía
muchísimo la cara. Una persona intermedia nos separó. A penas podía ver. Me
dolía mucho el ojo. Pero distinguí su voz. Estaba deteniendo a Jasmine, ella
prentedía volver hacia a mi para pegarme de nuevo
-Ha
empezado ella – dijo Jasmine llorando.
-No
puedo creer que seas tan hipócrita – dije intentando moverme. Me dolía mucho la
cabeza y a penas podía moverme. Justin vino hacia a mi y me sostuvo para evitar
que me cayera. Suspiré, había tocado una zona de mi cara que realmente me
dolía. Le miré y él me miró triste
-Por
qué? – dijo él. Me separé de él bruscamente
-Me
estas culpando a mi? Enserio la crees?
-______
- dijo cogiéndome del brazo
-Olvídame
Bieber. Y tú, zorra. Espero que te quede como bonito recuerdo mis arañazos
Pedí
a Vane que cancelara la entrevista, no la di razones. Cogí mis cosas y
tapándome la cara me fui a casa de mi tío. El me encubriría. Intenté que los
paparazzis no me hicieran muchas fotos. Me cubrí la cara con mi chaqueta y
conducí hasta casa de mi tío.
-No
puedo creer que hayas llegado a esto, enserio ____ - me senté en el sillón. Él iría a por el
botiquín para curarme las heridas
-Se
abalanzó ella sobre mi y te juro que no era mi intención
-No
tenías que rebajarte a su nivel, y lo sabes de sobra además… - alguien llamó al
timbre. Mi tío fue a abrir. Oí unos susurros detrás de mi. Oí unos pasos
alejarse hacia la cocina
-Me
duele un montón el ojo. La zorra esa sabe golpear bien y… - dejé de hablar al
ver que Justin se sentaba a mi lado con el botiquín en la mano – Que parte de
que me olvides no has entendido? – ignoró mi comentario y sacó el agua
oxigenada y mojó un algodón de ella. Se paró delante mia y empezó a acercar el
algodón a mi cara. Le paré – Qué haces?
-Doctor
Bieber está a su disposición
-Te
vuelvo a repetir, que parte de que me olvides no has entendido?
-Que
no entiendes tú? Ella te ha pegado por mi culpa. Quiero arreglar esas heridas.
Me dejas?
-No.
Claro que no te dejo. Me voy al hospital – le levanté pero él me cogió del
brazo y me obligó a volver a sentarme en el sofá. Suspiré enfadada – Suéltame –
no lo hizo. Se quedó mirándome. Suspiré enfadada – Justin, que me sueltes.
Empezó
a hacerme cosquillas. Yo no entendía nada. Me tiró sobre el sofá tumbada y el
se puso suavemente sentado encima de mi. La verdad, es que no pesaba nada y no
me molestaba. Termino de hacerme cosquillas. Es un punto negativo para mi, las
cosquillas me pueden.
-Ahora
mejor, ya te puedo curar sin que escapes – volvió a coger el algodón y lo posó
delicadamente en una de mis heridas de la cara. Suspiré del dolor. El lo retiró
al instante preocupado. Reí
-No
eres buen doctor
-Perdóname
-Nunca
– borré la sonrisa de mi cara. Aunque le dejaba curarme. Bueno, estaba
aprisionada. No podía hacer nada. O me curaba, o me curaba. Escocían mucho, y
me dolía toda la cara. Se acercó a mi excesivamente y se quedó contemplando mis
labios. Le miré a los ojos. Pasó su dedo índice por mi labio. Me quejé del
dolor, tenía un arañazo ahí
-Sabes
cuál es la mejor medicina para ese arañazo?
-Sorpréndeme.
-Esto.
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