Narrado
por ______
No
sabía que hacer. Si contárselo todo, mi decisión. O simplemente callarme como
hacia siempre. Miré sus ojos y me estaban pidiendo a gritos que le dijera a
Justin que le quería. Esos ojos de un chico enamorado, él los tenía. Esos ojos
de una chica enamorada, yo los tenía. La vida no debería ser tan complicada,
pero lo es. Estaba dispuesta a contarle todo cuando oí la puerta de la casa de
mi tío abrirse. Scoot ya había llegado y oía como decía desde el piso de abajo
“odio la lluvia, la odio”. Miré a Justin y suspiré. Oí unos pasos subir por las
escaleras
-Esta
diluviando allí fuera – dijo mi tio quitándose su cazadora. Justin no se giró a
mirarle, pero yo si. Dirigí mi última mirada a Justin y fui hacia mi tío – Que haces
tú aquí, enana?
-He
tenido un pequeño problema con el coche y aquí me tienes, buscando tu ayuda.
-Necesitas
volver a casa? – asentí – Justin, podrías llevarla a casa en tu coche? – miré a
Justin y vi como dibujó en su cara una sonrisa, pero le conocía demasiado bien,
sabía que era totalmente falsa. Suspiré y sonreí
-Claro,
yo la llevo. Voy a vestirme y ahora nos vamos vale? – le miré de arriba abajo,
si, seguía en calzoncillos. Mi tío empezó a reir y yo me puse roja. Justin
entró en el baño. Vi como mi tío se me quedo mirando
-Qué?
– dije molesta mientras reía
-Necesito
pedirte un favor. Antes de que me digas que no, escuchame vale? – yo asentí. –
Perfecto. Sabes que Justin vive con su madre no? Pues hoy su madre no está en
casa porque Justin le ha pagado unas vacaciones. Y yo esta noche me voy con
Carin a una fiesta de la discográfica. La única alternativa eres tú
-Espera
espera espera. Qué? Me estas insinuando que Justin se tiene que quedar a dormir
a mi casa? – el asintió con una sonrisa mientras yo negaba con la cabeza.
Estaba intentando quitarme de encima a Justin para olvidarle y esto no ayudaba
-Me
debes muchos favores
-Pero…
- el me interrumpió
-Sé
que tu Madre no está en casa. Por favor – iba a contestarle con un no rotundo
cuando Justin salió del baño ya vestido.
-De
que hablabais? – dijo mientras se ponía la cazadora
-De
que esta noche te vas a quedar a dormir a casa de ____ - miré a mi tio con cara
de matarlo. Desde cuando decide el por mi? En la cara de Justin se dibujó una
sonrisa. Yo suspiré
-Scooter,
te odio – le dije mientras bajábamos por las escaleras para llegar a la puerta.
Ambos riéron. Mire a Justin sorprendida – No te llevas ningún pijama?
-No,
duermo en bóxers
-Un
punto a tu favor ___ - dijo Scoot chocándo la mano con Justin
-Sois
de lo peor – Abrí la puerta enfadada y me metí en el coche de Justin. Al minuto
apareció Justin sentándose en el coche del conductor, con una sonrisa en la
cara
Puso
la radio, no hablamos durante todo el camino hacia mi casa. Me hacía la
enfadada, pero él me conocía demasiado bien y sabía que enfadada no estaba. La
música de la radio al ritmo de las gotas de lluvia que oíamos caer desde fuera
y el ruido de los coches pasar al lado nuestra. Sentía que me miraba y sonreía,
yo hacía lo mismo. Por más que intente mi cabeza decirme ‘olvídale, es estúpido’,
mi corazón me asegura que estoy enamorada y no hay solución. Llegamos a mi casa
y aunque estaba lloviendo, había algunos paparazzis en la calle. Justin cogió
el paraguas y me cobijó de la lluvia. Ni si quiera sonreí a las cámaras, el
pasó su mano por mi cintura y andamos hasta la puerta. La abrí y nos metimos en
casa, aunque amaba el olor a húmedo.
Me
dijo que se daría una ducha, le dejé una toalla y se subió a duchar. Yo me
quedé abajo viendo la tele. Estaban echando una de mis películas favoritas. Así
que me hice unas palomitas y me senté a verla. Siendo sincera, no me enteré de
nada. Mi cabeza era un pensamiento continuo de Justin. Entonces oí como me
llamaba desde el baño. Suspiré y me levanté del sofá. Subí las escaleras y me
dirigí a la puerta del baño
-Qué
quieres?
-Se
me ha olvidado la toalla en tu habitación, puedes traérmela
-Y
como te la doy luego? – el rió. Yo notaba un calor muy fuerte en mis mejillas
-Abriendo
la puerta y entrando o si lo prefieres salgo yo a por ella y… - vi como el
picaporte de la puerta empezaba a girarse. Lo sostuve fuerte y le interrumpí
-ESPERA
– le oí reír – Voy a por la toalla. No te muevas de aquí
Me
fui hacia mi habitación y ahí estaba la toalla, encima de la cama. La cogí y
antes de girarme me quedé contemplando las paredes de mi habitación. Llenas de
cartas de fans, fotos y frases que habían marcado mi vida. Amaba todo esto,
amaba ser la razón de seguir delante de mucha gente. Sin pensarlo sonreí
-Me
vas a dar ya la toalla? – oí detrás de mi su voz. Espera, detrás de mi? Mi
primera acción fue taparme con la mano los ojos. Estaba desnudo detrás de mi.
-JUSTIN,
TE HE DICHO QUE ME ESPERES EN EL BAÑO – El rió. Un calor horrible en mis
mejillas, estaba nerviosa e intenté controlar mi mirada, pasase lo que pasase
-Me
estaba quedando helado – dijo riendo – Dame la toalla
-Cógela
– dije extendiendo la mano hacia atrás con la toalla sujeta. El volvió a reir
-Voy
a por ella eh? Intenta no bajar la mano más porque si no… - le interrumpí
-JUSTIN,
CÓGELA YA – el volvió a reir. Una situación bastante incómoda, demasiado.
Notaba como se acercaba a mi, cuanto más cerca, más nerviosa. Noté un calor en
mi mano, era la suya. Cogió delicadamente la toalla –Ya estás listo? – dije con
la mano todavía puesta en mi cara para evitar cualquier contacto visual con
algo inapropiado. Él asintió y me di la vuelta – No vuelvas a hacer eso
-Por
qué? Te pone nerviosa? – dijo acercándose a mi mientras se lamía su labio
inferior con esa sonrisa que me volvía loca. Dios, mojado estaba demasiado
sexy. Tragué saliva y empecé a andar hacia atrás
-Te
encantaría ponerme nerviosa, pero no lo haces – dije sonriendo. Mentía, siempre
mentía. Llegué a un tope con la pared. Y el sonrío. Esto para él, era una
victoria.